En el Foro de Davos el economista Indio Amartya Sen enunció: "La economía no es tan solo política. El progreso humano depende de otras cosas que trascienden a las estadísticas de crecimiento. Tenemos que plantear las preguntas correctas y concentrarnos en lo que le importa a la gente. Estas ideas están ocupando el primer plano. Espero que a través de la iniciativa francesa, sean mas ampliamente aceptadas en Europa y en otros lugares."
Según un estudio del grupo de Análisis y Desarrollo Institucional y Social (GADIS) en la República Argentina existen alrededor de 105000 organizaciones. De éstas, el personal ocupado (que perciben dinero por su desempeño dentro de organización) alcanza a más de 400000 personas. También podemos mencionar que sólo el 37% cumple con las formalidades requeridas (personería jurídica, libros y registros de cuentas, etc); las demás se encuentran dentro de la informalidad (cabe destacar que dentro de esta forma jurídica encontramos a los comedores, clubes de barrio, roperos comunitarios y demás organizaciones que se formaron para paliar la gran crisis del 2001).
Si nos enfocamos en sólo ese 63 por ciento veremos que alrededor de 66150 organizaciones civiles no cuentan con los recursos humanos básicos para la sustentación de sus fines. Desde hace años, algunas universidades del conurbano bonaerense comenzaron a aplicar distintas técnicas de abordaje a las mismas (talleres, ciclos de charlas, mesas de dialogo, seminarios, etc) logrando altas adhesiones y el tercer sector fue adquiriendo un rol de gran relevancia en su desarrollo organizacional. A su vez el Estado intentó impulsar ese desarrollo mediante los ÇConsejos Consultivos dando un nuevo enfoque en lo que se refiere a políticas sociales.
Hoy, tenemos que aprovechar estas articulaciones existentes y a través de ellas plantear la problemática vigente en cuanto al tratado del menor. También contamos con la ley de Voluntariado Social 25855, publicada en el Boletín Oficial en 2004, este "instrumento de la participación solidaria de los ciudadanos en el seno de la comunidad, en actividades sin fines de lucro" nos aporta un valioso capital humano al que con capacitación en diferentes tipos de aprendizajes (habilidades técnicas, habilidades comunicacionales, habilidades en la formación de grupos humanos, etc) podamos orientar al nuevo marco institucional que nos menciona la ley 13298 hacia la excelencia (tratar de vivir apuntando a eso), la innovación (admitir que las cosas se pueden hacer mas de una forma) y a la anticipación (visualizar aquello que queremos para poder plasmarlo en el futuro); siempre con la misión de mejorar la calidad de vida del menor, aprendiendo constantemente de ellos en actividades que ellos elijan teniendo esto que ver con los intereses y valores personales de cada uno de ellos.
El presente contexto sugiere un cambio de paradigmas y para ello entre todos los actores tenemos que construir uno, con la convicción de poder sustentar las bases de la formación de competencias, la flexibilidad necesaria para aceptar cambios en el entorno social y sobre todo la de formar nuevos vínculos familiares acordes a las expectativas de nuestras futuras generaciones.
